Al rescate de la agricultura familiar tradicional

Los acuciantes problemas sociales y económicos en las comunidades rurales han llegado a un nivel que clama por una campaña que rescate la agricultura familiar tradicional, buscando garantizar a la población campesina el acceso a alimentos inocuos y nutritivos, además de la protección de la biodiversidad genética y de los recursos naturales básicos para la agricultura, como también reconstruir el tejido social y el acervo cultural tan rico de las familias campesinas. (Ing. Agr. José F. Bareiro M.)*

La figura de la agricultura familiar está de moda. Hablan de ella los políticos, las autoridades nacionales, los técnicos del sector agropecuario y otros. Los menos informados sobre el tema imaginan que se trata de la agricultura que practican los “pequeños” agricultores, para producir los alimentos básicos para subsistir, como mandioca, maíz, poroto, batata, unas plantas de banana alrededor de la casa y una pequeña huerta. Esta concepción se aproxima a la verdad; solo le falta considerar algunos aspectos más. Segúnla Organizaciónde las Naciones Unidas parala Agriculturayla Alimentación(FAO), la agricultura familiar es una forma de organizar la agricultura, ganadería, silvicultura, pesca y pastoreo, que es administrada y operada por una familia y depende preponderantemente del trabajo familiar, tanto de mujeres como hombres. La familia y la granja están vinculadas (dicela FAO), evolucionan juntas y combinan funciones económicas, ambientales, sociales, culturales y tecnológicas. Este enfoque no es otra cosa, sino la versión “en castellano” de lo que los nostálgicos llamamos “la época del ‘mboriahu ryguatã’”, o de las familias campesinas que producían todos los alimentos que consumen, sin necesidad de “gastar” afuera. Suficiente mandioca, maíz, poroto, maní, para el consumo familiar y para alimentar los cerdos, las gallinas, los patos y, frecuentemente, las vacas lecheras de la familia. Alrededor de la casa siempre había unas plantas de banana, naranja, mandarina, mamón, mango, aguacate, guayaba que también son consumidos por ambos componentes del ecosistema familiar. Y para generar los ingresos “efectivos”, se cultivaba y vendía algodón, leche, queso y huevo casero, tabaco negro (a veces convertido en cigarro o trenzado). En fin, muchos lectores concordarán conmigo que esta pintura no es un recuerdo romántico de la época del Paraguay colonial. Es una realidad muy reciente que comenzó a desmoronarse con la irrupción de la mecanización, la expansión de las fronteras agrícolas, y con ello una masiva y descontrolada agresión a los recursos naturales, fundamentalmente bosques, cursos de agua y fauna silvestre, con desenlace final en la alarmante degradación de los suelos.

CAMBIEMOS ESTE PANORAMA

Un programa serio para rescatar, aunque sea parte de esa riqueza de la agricultura familiar como productora de alimentos, empleadora de mano de obra rural, generadora de ingresos económicos y motivadora del arraigo de la población rural a su tierra, su comunidad y su cultura, debe enfocar todos los componentes de ese complejo socioeconómico-cultural-tecnológico. En lo tecnológico, que es lo que nos corresponde, la agricultura y la pecuaria nacional cuentan con tecnologías apropiadas al manejo de las familias rurales que se encuadran en las características de la agricultura familiar. El Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (IPTA), a través de sus centros de investigación de Choré y Caacupé;la Facultadde Ciencias Agrarias dela Universidad Nacionalde Asunción, gracias a su sede central en San Lorenzo y sus filiales en Santa Rosa (Misiones), Caazapá, San Pedro de Ycuamandyjú y Pedro Juan Caballero; y el Ministerio de Agricultura y Ganadería, mediante su Dirección de Extensión Agraria y programas específicos, llevan a cabo acciones tendientes a generar y transferir dichas tecnologías apropiadas.

FORTALECER CULTIVOS

Variedades de mandioca, batata, maíz, poroto, habilla, arveja, caña de azúcar, forrajes, frutas nativas y exóticas (banana, piña, cítricos, guayaba, mango, aguacate, acerola), además de 30 especies de hortalizas para el consumo familiar y eventual venta conforman un amplio abanico de oportunidades para la agricultura familiar, capaz de cubrir los 12 meses del año con producción. Todos esos rubros deben ser producidos en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades de consumo de la familia y de los animales menores, cuyas crías forman parte del sistema, aportando complementariamente carne, huevo, leche y queso. Cabe señalar que una de las principales funciones de la agricultura familiar es la de posibilitar a la población campesina el acceso a alimentos inocuos y nutritivos, así como ella es la indicada de velar por la protección de la biodiversidad genética y de los recursos naturales básicos para la agricultura. Y todavía queda la brecha para la producción artesanal de semillas (nuestro país adolece de suficiente disponibilidad de semillas); cualquier intento de encarar algún programa de producción de un rubro determinado se depara con el problema de escasez de semilla, hasta la cultura de “guardar” rama-semilla de mandioca está descuidada. Pero junto a estas fortalezas en lo tecnológico, se necesita desarrollar la creatividad y el espíritu emprendedor en lo económico y social, viabilizando nichos de mercados también adecuados al sistema de producción. Existen ricas experiencias en las ferias locales que aún necesitan algunos ajustes para que se consoliden y crezcan en volumen y valor.

EL ROL DELA JUVENTUD RURAL

La intención de apoyar o impulsar el rescate de la agricultura familiar tradicional debe considerar también la inclusión de la juventud rural en el proceso. Hasta el diario ABC Color ya ha hecho su parte, impulsando la reactivación de los Clubes Juveniles4 C, como una forma de atraer e involucrar a la juventud rural en esta noble intención. El segmento juvenil de la población campesina constituye un componente decisivo para que la agricultura familiar recupere su protagonismo en el bienestar de la gente y en la economía nacional.

(*) Especialista en horticultura

Fuente: ABC rural

Link: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-rural/al-rescate-de-la-agricultura-familiar-tradicional-1284507.html